¿Cuál es el encanto de la cocinita? Eso mismo nos preguntamos en las últimas sesiones de fotos que realizamos invitando a niños y niñas a jugar con nosotros. Si bien el espacio estaba lleno de diversos juguetes disponibles, todos, absolutamente todos, corrían a jugar con la cocinita apenas la veían. Y aún más, cuando pasaban a jugar con otra cosa, a los pocos minutos volvían a imaginar que eran cocineros y cocineras y nos hacían probar de sus platillos invisibles.
No nos podíamos quedar con la duda, así que nos pusimos a investigar ¿Qué encontramos? En la infancia, principalmente a partir de los 2 años, surge con fuerza el juego simbólico, en donde los más pequeños pretenden ser como los adultos, imitándolos. Algunos de los principales juegos que aparecen entonces es imaginar que son padres/madres, al jugar con muñequitos, o que son doctores/doctoras, veterinarios/veterinarias, y, por supuesto, cocineros/cocineras, entre muchos más. El juego simbólico es una práctica que se da en los primeros añosn en los que los pequeños copian lo que encuentran en su entorno. A través de la imitación los nenes y nenas aprenden a relacionarse con el mundo y comienzan a comprenderlo. Además los ayuda a expresarse y contribuye a su desarrollo cognitivo, ¡y todo esto mientras se divierten y disfrutan! El hecho de que los niños y niñas tengan un juego predilecto no asegura que luego aquella vaya a ser su profesión o su pasión en la vida cuando sean adultos, pero podría serlo. La curiosidad de los más chicos, así como su interés, va variando con el tiempo, por esto mismo puede abandonar un juego y fascinarse con otro. Es parte de un proceso de conocimiento y aprendizaje en donde los pequeños exploran todo lo que los rodea. También puede pasar que el interés no desaparezca y ese juego simbólico despierte una mayor curiosidad y un deseo de desarrollar las aptitudes necesarias para ser, por ejemplo, cocineros o cocineras profesionales. La cocinita responde a un los juegos simbólicos predilectos de los más pequeños. No sabemos si en el futuro quieran aprender a cocinar de verdad y poner en práctica distintas recetas, o si lleguen a convertirse en exitosos chefs, pero mientras tanto con imaginarlo y jugar les alcanza.