¿Cómo trabajar desde casa con chicxs?
En este contexto de cuarentena muchos padres y madres nos encontramos ante un desafío común: balancear el home office (trabajar desde casa) con el cuidado de lxs niñxs.
Para muchos de nosotros, tener que quedarnos en casa para ayudar a que el virus no se propague, no nos deja otra opción que trabajar en un espacio reducido… y con chicxs, que se aburren, que piden atención, y que necesitan de ciertos cuidados. Parece la pesadilla de toda persona que busca un poco de concentración para hacer sus tareas laborales. Muchos se preocupan por cómo esta nueva condición que nos toca afrontar puede dañar a la productividad, e incluso causar problemas emocionales para las personas, que se estresan por no poder realizar su trabajo como lo hacían cotidianamente.
Pero no hay que alterarse ni desanimarse. Si, es un desafío trabajar desde casa y ser padre o madre al mismo tiempo, pero no es imposible. En esta nota les vamos a compartir algunos consejos y prácticas que a nosotros nos resultan súper útiles para mantener un trabajo productivo en épocas de coronavirus.
1) Mantener el contacto virtual. La soledad que causa estar aislados en nuestras casas puede debilitarnos o deprimirnos. Un estudio realizado en The American Psychological Association demostró que la socialización y estar conectados con otras personas es fundamental para la supervivencia y el bienestar. Además, cuando pasamos un largo período de tiempo en soledad, lo más probable es que el estrés aumente, y esto trae consecuencias negativas en nuestro sistema inmunológico (lo que menos queremos en este momento).
Así que mientras no podamos estar en contacto con otros cara a cara, hay que aprovechar toda la tecnología que tenemos a mano. El sentimiento de comunidad puede mantenerse gracias a las videollamadas que pueden hacerse en plataformas como Zoom, Skype o FaceTime. Todas ellas son ideales para poder llevar reuniones laborales de dos o más personas. ¡Estar en contacto con ellos nos ayudará a sentirnos mejor! Estas reuniones no sólo sirven para la productividad laboral, sino que además permiten hablar de temas que con los niñxs no podemos, ya sea porque no entienden, porque son temas de adultos, o porque simplemente no les interesa.
2) Ser flexible con nuestra rutina. Si bien se recomienda ordenar las actividades del día para seguir un plan y poder ser más productivos, la verdad es que no siempre funciona, y menos para las personas que tenemos hijxs en casa. Cuando compartimos el espacio con chicxs sabemos que la rutina hay que adaptarla en el día a día. No está mal tener una rutina en mente porque ayuda al bienestar mental, pero a veces no es bueno querer hacerla a rajatabla, porque puede terminar siendo algo estresante. Saber que pueden surgir eventualidades que nos impidan seguir con la rutina, y que eso no está mal, nos ayuda a tomarnos todo con más calma y a no estresarnos.
3) Establecer expectativas realistas. Podemos tener la costumbre de ser ambiciosos y de siempre proponernos objetivos desafiantes en lo laboral… pero trabajando en casa, hay que bajar esas expectativas y llevarlas a la realidad.
Lo que recomendamos para no perder la cabeza es establecer objetivos a corto plazo y a largo plazo, ya sea por un día, por una semana o por meses. Esto suele funcionar mejor porque permite mayor flexibilidad para el cumplimiento de los objetivos, y evita que nos pongamos ansiosos o que nos frustremos. En momentos como estos, ayuda muchísimo pensar en todo lo que hemos logrado hasta ahora, y no solo en la lista de cosas por hacer.
4) Ver el panorama completo. Algunas veces nos va a pasar que vamos a tener que dejar un poco de lado ciertas costumbres para poder garantizar un momento productivo de trabajo. Uno de los mayores cucos es ampliar el límite de tiempo que los chicxs tienen permitido para usar las pantallas (televisión, computadora, celular, tablet).
Si, es algo que a nosotros tampoco nos gusta mucho, pero hay que ver el panorama completo: esa hora o dos horas pueden ayudarnos a avanzar con nuestro trabajo, y al fin y a cabo, no representa un gran porcentaje de tiempo en las actividades de nuestros peques. Cuando logramos trabajar, nuestra mente se relaja, nos sentimos mejor y eso nos permite estar más felices y ser madres y padres más activos y presentes. La clave está en no ceder todo el tiempo, sino en los momentos necesarios, y en seguir fomentando otros tipos de juegos sin pantallas cuando no estemos trabajando.
5) Priorizar tareas. Somos humanos, así que no podemos hacer todo a la vez… aunque nos cueste aceptarlo. Así que no nos queda otra que establecer prioridades. Es un desafío de todos los días, pero te aseguramos que sirve un montón para la paz mental. Por ejemplo, podemos amar que la casa este súper limpia, reluciente, pero tal vez no sea la tarea prioritaria, y hay que posponerla para otro momento. Al principio puede ser difícil, pero una vez que logramos reconocer las tareas que hay que hacer si o si, nos va costando cada vez menos dejar para después a las demás.
6) ¡No dejar de lado a la creatividad! Y este es nuestro consejo favorito. Mientras estamos en nuestras casas para cuidarnos y cuidar a quienes queremos, no tenemos que dejar de disfrutar de las pequeñas cosas. Podemos sacar ventaja de este momento para retomar viejos hobbies, o comenzar aquello que nunca hicimos porque no teníamos tiempo para dedicarle. La creatividad siempre va a ser buena para nuestra salud mental y emocional. ¡Y todos y todas somos personas creativas! Aunque no lo crean. Podemos hacer música, dibujar, hacer manualidades, escribir, cocinar recetas nuevas, bailar, ¡todo cuenta! Y te aseguramos que te va a hacer súper bien. Y si podés compartir estas actividades creativas con tus chicxs, van a pasar momentos familiares llenos de diversión.
Si necesitás ideas para jugar con los chicos y distenderse de tanta pantalla, podés leer esta nota donde contamos más de 62 ideas para jugar sin pantallas en casa con lo que tenemos a mano.